Los pichiciegos

[1]​ En los últimos capítulos hay pasajes intercalados que parecen anticipar hechos relativos a la redacción y edición del propio libro.Para el Ejército oficialmente no existen, han sido dados muertos por la tropa.Su único objetivo es sobrevivir, confiando en que la guerra acabe y puedan volver a casa.Pasan la mayor parte del tiempo en el refugio o Pichicera, y la vida que llevan se limita a realizar tareas para mantenerse vivos.Los Reyes Magos - los cuatro más veteranos - establecen lo que debe hacer cada uno y aceptan o rechazan la incorporación de nuevos miembros:[10]​A medida que avanza la narración se van descubriendo las situaciones que viven dentro y fuera del refugio, como el miedo a las bombas, el miedo al propio miedo, las conversaciones extenuantes, la dificultad de defecar o tener sexo, el sexo con las ovejas, el encuentro con soldados congelados, las ovejas que revientan al pisar una mina, la sospecha de que afuera sepan de su existencia o de que haya más pichis en otros sitios, y otras más delirantes como la presencia de unas monjas francesas aparecidas en zona de guerra, repartiendo papeles en medio de las ovejas que les caminaban alrededor, o el paso de unos aviones que vuelan en formación en V, 1, 2, 4, 8, 16, 32 aviones por fila, atraídos por el arco iris y que al alcanzarlo se desparraman en el azul.[13]​ Es por ello también que la narración no presenta juicios o valoraciones morales sobre la guerra: los pichis no se posicionan con ningún bando en particular, simplemente están interesados en que la guerra termine.Además del pichi Manuel, una referencia a Manuel Puig, la mención a Víctor Redondo como el sargento que los recibe se refiere al poeta argentino del mismo nombre.Una de las escenas en las que Quiquito y el narrador dialogan remite a las escenas del cuento Esa mujer de Rodolfo Walsh: en particular, cuando Quiquito se distrae mirando por la ventana hacia la avenida Las Heras y ve el río.En otro caso, resulta más difícil ampliar el término figurado de la metáfora, los argentinos, y considerar que Fogwill pretendía atribuir sarcásticamente a todos sus compatriotas el rechazo a la guerra, como seguramente hubiera deseado que fuera.