[3] La historia es narrada por Carlos León (Karl Lejon en el original), quien sufre una enfermedad terminal.
Al principio Skorpan está triste pensando que deberá esperar en soledad en Nangijala por noventa años o más, hasta que el propio Jonatan muera y llegue a acompañarlo.
Dos meses después, Skorpan muere también, no sin antes dejar una nota para su madre: "Gråt inte mamma, vi ses i Nangijala!"
Los hermanos tienen ahora dos caballos, llamados Grim y Fjalar; con ellos pasan un corto tiempo idílico explorando Körsbärsdalen al galope.
Lenta y parcialmente, Karl comienza a descubrir que aún en Nangijala existen problemas.
La gente de Körsbärsdalen, liderada por Sofia, apoya subrepticiamente la resistencia contra Tengil en el otro valle.
Afortunadamente, Skorpan reconoce una paloma de Sofia en una pequeña casa, pide ayuda al dueño, Mattias, quien finge ser su abuelo.
Jonatan y Skorpan cruzan el puente colgante que separa Törnrosdalen del mundo desolado de Karmanjaka.
Katla, finalmente libre, se lanza sobre ellos y los persigue hasta lo alto de un desfiladero.
Trabajosamente, los hermanos dejan el despeñadero y logran alcanzar la misma roca sobre Karmafallet donde habían acampado antes de entrar a Karmanjaka.
En ese momento, Jonatan explica a su hermano que hay otro mundo más allá de la muerte en Nangijala, Nangilima, donde sólo se viven aventuras felices.
Es así que Skorpan vence sus miedos, carga a su hermano en su propia espalda, se arrastra y salta con él al abismo cercano.
En la práctica, Nangijala es un mundo pretecnológico que parece una sociedad rural (o aldeana) medieval.
Vive solo con su hermano en Ryttargården ("La Granja [o Patio, Corral] de los Jinetes"), una casa algo separada del pueblo principal.
Allí Skorpan puede hacer todo aquello que era incapaz de hacer en su otra vida: correr, nadar, y cabalgar al galope.
Los habitantes de Körsbärsdalen viven del trueque y se ayudan unos a los otros cuando la necesidad lo demanda: Jonatan, por ejemplo, ayuda en la huerta de Sofia, y ésta contribuye con comida para los hermanos.
[4] Jonatan tiene 13 años y en muchos aspectos se asemeja a un príncipe legendario.
Ya en el comienzo del libro Jonatan hace una hazaña heroica: rescata a su hermano menor de las llamas, aun cuando esto le cuesta su vida.
Pese a que Sofía trabaja subrepticiamente, en el comienzo de la historia Tengil ha descubierto sus planes y ha ofrecido una recompensa de quince caballos blancos a aquel que se la entregue.
Finalmente, Skorpan cree confirmar sus sospechas de que Hubert es el traidor cuando descubre su preferencia por los caballos blancos (la recompensa frecuentemente ofrecida por Tengil a sus servidores).
La casa de Mattias está junto al muro construido por Tengil para vigilar a Törnrosdalen.
Orvar es belicoso e irreflexivo, en claro contraste con el pacifismo de Jonatan.
Su claro objetivo es la conquista total de Nangijala; su plan es utilizar a los habitantes como esclavos para construir su nueva fortaleza sobre las Montañas Primigenias.
Tengil aparece por primera vez en la historia sobre un caballo negro en la plaza central de Törnrosdalen.
Se viste con una capa y un yelmo negros, este último decorado con un juego de plumas lilas; sobre su pecho, Tengil luce una llama roja como decoración, recordando a todos que él es también el Señor de Katla.
En términos prácticos, Tengil es solo una presencia distante; es el tirano silencioso, la fuente del terror.
Jamás habla en el libro; sus lugartenientes y soldados llevan a cabo sus órdenes e imparten control sobre la población.
Solo en este momento decide Jonatan entrar en la lucha, en un ataque directo contra Tengil.
Llegó a Suecia como refugiada durante la Segunda Guerra Mundial (1944) y se radicó en Estocolmo.
Astrid Lindgren escribió entonces una carta abierta, publicada en el diario Expressen en 1974, y contó lo siguiente:[8] Los hermanos se establecen en su nueva casa de Apelgården ("La Granja [o Corral, Patio] de las Manzanas") junto con Mattias.