En Los gozos y las sombras, el autor narra una historia que transcurre en Pueblanueva del Conde durante los dos años inmediatamente anteriores al estallido de la Guerra Civil.
Carlos, que desde el principio es reacio a inmiscuirse en los asuntos de doña Mariana y Cayetano, se verá cada vez más inmerso en una lucha sin tregua que se llevará a cabo desde el terreno de lo social y económico hasta el de las más encendidas pasiones amorosas.
Los bienes incluyen los barcos pesqueros (para los cuales Juan Aldán alberga ambiciosos proyectos sindicales) y una hipotética posibilidad de matrimonio entre Carlos y Germaine que la Vieja había considerado, pero que no llegará a realizarse.
Germaine, completamente volcada en su pasión por la ópera y el cuidado de su padre enfermo, regresa a París lo antes posible con un sustancioso adelanto de la herencia, pues ni el pueblo ni la vida en este le interesan lo más mínimo, ni sus relaciones con Carlos Deza llegan a ser nunca del todo cordiales.
25 años después, la adaptación a la televisión dio al autor la popularidad que aún no había conseguido.