Los fantasmas de Goya

Más tarde en la noche, Tomás Bilbatúa se presenta en la casa de Goya y le muestra su preocupación por su hija Inés que no ha regresado del Santo Oficio, luego Tomás manda a citar al hermano Lorenzo para discutir el por qué de la detención.

Goya y el hermano Lorenzo se dirigen a la casa de Tomás; en la cena, el hermano Lorenzo explica que Inés fue sometida a cuestión para confesar que ella practica rituales judíos.

Tomás, en un arranque de ira pero manteniendo la calma, toma una cuerda y la cuelga en un candil para atar de manos al hermano y luego colgarlo, para así someterlo a cuestión; finalmente el hermano Lorenzo firma la declaración.

Quince años después España es capturada por Napoleón Bonaparte y pone a su hermano José Bonaparte como rey de España; más tarde Napoleón manda a los mamelucos a las calles de Madrid matando gente y destruyendo lugares mientras tanto Francisco de Goya se ha quedado sordo, al día siguiente las tropas llegan a una misa en la que el hermano Lorenzo, ahora convertido en ferviente adepto de la Revolución Francesa, dicta que la Inquisición será abolida y sus prisioneros liberados.

Inés se dirige a la casa de Goya para que la auxilie; Inés le cuenta a Goya que ella tuvo una hija en prisión pero se la quitaron después de haber nacido.

Goya se dirige con Lorenzo para decirle que la ha encontrado; después Lorenzo en los jardines contrata sus servicios para poder hablar con ella en un ámbito más privado, y le propone que se marche a América, pero ella le rechaza furiosa y huye.

Goya intenta seguirlo, pero encuentra a Inés con un bebé que había recogido en la taberna invadida por los soldados.

En la escena siguiente se ve al Padre Gregorio liberado de la prisión y recuperando su puesto como Inquisidor General.

Goya actúa como un simple nexo de unión entre personajes que deben conocerse para dar pie al drama ideado por Forman y Jean-Claude Carrière.

Es por ello que quizá sea importante, para el espectador, conocer la obra de Goya para apreciar esta película con más profundidad; ya que Forman le da a la cinta una estética "Goyesca" al mejor estilo Fellini o Kurosawa, sin duda este es el detalle que eleva la película a una categoría distinta y pueda ser incomprensible o aburrida para quien no conoce la obra del gran artista aragonés.

A pesar de ello, es destacable que cuenta con una magnífica ambientación escénica y una apropiada fotografía, así como un trato muy cuidadoso y detallado de los personajes sin descuidar el drama, el debate trascendental ni la crítica político-social.

[3]​ Javier Bardem fue nominado al Premio Fernando VII como el Peor actor protagonista en los Premios Godoy que galardonaban a las peores películas españolas del año y que se otorgaban mediante votación en Internet.

El Palacio del Infante don Luis , en Boadilla del Monte , fue escenario de algunas escenas de la película.