Los diamantes de la corona
Con respecto a la parte musical, se puede ver la maestría del maestro Francisco Asnejo Bariberi, al crear números musicales de gran empaque y belleza, apreciándose en algunos momentos la gran influencia italiana, como a muchos de los maestros del momento como Pascual Arrieta; pero aun así, se pueden apreciar momentos de sabor español con piezas como el bolero niñas que a vender flores vais a granada, pieza favorita en mucho de los repertorios actuales.Sandoval, un aristócrata portugués, encuentra este lugar tras perder su carruaje en medio de la tormenta.Al oír voces se oculta, escuchando la conversación que Rebolledo mantiene con uno de sus bandidos.El ejército llega buscando a los bandidos, pero encuentran a los frailes rezando y quedan desconcertados, cuando en realidad no saben que son los propios bandoleros disfrazados, los cuales huyen ante el asombro de los soldados.El Conde hace gala de toda su pomposidad, para demostrar su gran capacidad como regente.Sandoval los ha reconocido y trata de hablar con ella discretamente, mientras Rebolledo juega con Sebastián, escuchando los relatos sobre el suceso.Llegan Campomayor acompañado por el escribano y los invitados dispuestos a presenciar la firma del contrato matrimonial.En el salón del trono, los cortesanos comentan sobre la coronación de la reina y su futuro matrimonio, ya que todavía no ha elegido consorte.Sandoval aprovecha para hablar con el Conde y hacerle ver que Sebastián está loco por ella.Queda maravillado al ver que la Reina no es otra que Catalina, la cual le agradece su lealtad y su ayuda, revelando que el motivo de amparar a los falsificadores, fue para poder cambiar las joyas verdaderas de la corona, por otras falsas, y así poder vender las auténticas y conseguir dinero para las empobrecidas arcas del estado.Diana implora ante sus plantas y demuestra su sinceridad, ganándose el afecto de la Reina.