Sus inquilinos son jugadores, prostitutas, ladrones y borrachos todos luchando por sobrevivir.
Sutekichi, un ladrón y el líder autoproclamado de la residencia, está teniendo una aventura con Osugi, la casera, aunque gradualmente está cambiando su atención hacia Oyako más joven y de carácter dulce.
Sin embargo Okayo piensa poco de él, lo que frustra a Sutekichi y amarga su relación con Osugi.
En lugar de defenderse, el enfurecido Sutekichi afirma que ella lo había incitado a hacerlo.
Okayo ahora cree que los dos la han usado para proporcionar una excusa para matar al esposo de Osugi.
La película recibe críticas positivas destacándose la capacidad de Kurosawa para causar empatía en la audiencia.