Inquilinato es como se denomina en Chile, Ecuador, Colombia y Venezuela a la forma de alojamiento o vivienda colectiva comunitaria en la cual varias familias de escasos recursos o allegadas a su fuente laboral comparten una casa-habitación, generalmente una por cada cuarto o habitación, usando en forma comunal los servicios sanitarios y de acueducto.
A los inquilinatos en México se les conoce como vecindades, en Argentina, Uruguay, Chile y Bolivia se les llama indistintamente, inquilinatos, cité o conventillos, en el Perú son las "quintas" (clase media, media-baja y baja - hay algunas quintas muy bonitas y limpias) o "callejones"(específicamente clase muy pobre, y un ambiente muy insalubre), en el Brasil son los cortijos o casa de acomodo y en El Salvador se conocen como mesones.
[1] En Cuba y en Canarias se les conoce como ciudadelas o solares.
[4][5] En general el inquilinato o corral se caracteriza puede ser un edificio o un grupo de casas pareadas concebido ex profeso o transformado ( la mayoría) a partir de antiguas casonas, casas-palacio, casas-patio o antiguos conventos para albergar varias familias pertenecientes al proletariado urbano y tener las siguientes características:[5] En el caso de los inquilinatos de la pampa del salitre en el desierto chileno, son construcciones de adobe y piedras dispuestas en hileras, a pesar de su precariedad han persistido debido al clima seco.
De paredes gruesas, protegían del frío glacial nocturno y se mantenían relativamente frescas en la hora de mayor radiación solar.