En 1995 formó su propio conjunto boper, inicialmente un trío con Carlos Silva (piano) y Daniel Navarrete (contrabajo).
Molina y Silva consolidaron una dupla creativa que se tradujo en el álbum Perseguidor (2001).
[4] En 2003, tras casi una década de trabajo conjunto entre Molina y su diestro pianista, Los Titulares renovaron la formación, integrando en un nuevo cuarteto al tenorista norteamericano David Pérez y al guitarrista Pedro Rodríguez.
[5] Al poco tiempo Molina se instaló en Estados Unidos para estudiar composición jazzística en Berklee, volviendo a Chile intermitentemente para volver a tocar informalmente con algunos de los miembros de la agrupación en tocatas en el club El Perseguidor.
Molina continuó entonces su carrera en el jazz como sideman de otros artistas y además liderando su propio proyecto.