Al sur linda con la capital municipal mediante un límite teórico denominado Carril de las Palmeras.
El hallazgo en Los Narejos de un asentamiento romano datado en el siglo II a. C. revela que los orígenes históricos de la población se remontan a la Antigüedad.
Pasado el peligro corsario, hacia el siglo XVIII, la zona se encuentra únicamente ocupada por familias dedicadas a la pesca y a la explotación de salinas.
Paralelo a este flujo turístico se desarrolló un éxodo festivo de huertanos, que llegaban hasta la albufera para tomar los 'novenarios'.
Algunos de los actos más destacados son la misa y la procesión en honor a la Patrona que se llevan a cabo el día 8 de diciembre.