San Cristóbal (El Bohio) y Residencial Santa Ana.
La primera referencia sobre Los Dolores aparece en las actas capitulares de 1879, y consistió en una petición formal de alumbrado como de un sereno para seguridad, lo que da a entender que ya vivían en el barrio numerosos vecinos: "tanto por nuestro poblado que ya forma población agrupada con bastante número de vecinos, como también por los intereses que el él se depositan es de absoluta necesidad en el mismo el alumbrado y sereno para la vigilancia".
Sería en la década de los años 20 del siglo XX cuando sufriría un gran crecimiento urbanístico, favorecido por las numerosas industrias que se establecieron junto a este barrio, entre las que se encontraban algunas dedicadas al pimiento molido y a la harina.
La carretera nacional de Madrid que atravesaba Los Dolores era la principal entrada a Cartagena de los viajeros que llegaban desde Murcia o Madrid.
Se construyó en 1.899 por encargo de Pedro Conesa Calderón al arquitecto Tomás Rico, como regalo a su nieta Antonia, para que utilizara este palacete como casa de muñecas y estancia para recibir a sus amiguitas.
Una vez casados, instalaron su residencia en la finca de El Castillito.