De él, documentalmente, poco más se sabe que su intervención en obras emprendidas por la casa de Mendoza a fines del siglo XV y principios del XVI, en las que se introduce el Renacimiento en España.
Iniciada su construcción en 1487, conforme a las trazas de cuatro maestros de la escuela toledana hispano-flamenca, se termina en torno a 1491, según la inscripción conservada en el zaguán del edificio, aunque las obras complementarias duran algunos años más.
En su interior es característico el patio con arcos escarzanos de tradición gótica, que descansan sobre columnas monolíticas, con capiteles en los que la corona de hojitas sobre el collarino constituye la nota característica del llamado capitel alcarreño, típico de los maestros que se relacionan con Vázquez en el primer cuarto del s. XVI.
Acabado en 1507, es importante por su magnífico patio, de dos pisos, y columnas con capiteles típicamente alcarreños, sobre los que descansan bien labradas zapatas, que soportan bellas soleras, repitiéndose la organización en el segundo piso, de orden corintio.
Aunque la importación de piezas labradas en Italia y la intervención de Michele Carlone le dan una fisonomía especial, se atribuye a Vázquez la traza y dirección general del conjunto.