Lorenzo Pericás Ferrer

Pronto destacó por su inteligencia y su innata afición a la pintura.

Se formó en la Academia de Bellas Artes del pintor alcoyano Lorenzo Casanova Ruiz quien lo tomó bajo su manto protector en 1885, también alcoyano, también introvertido.

En 1890 obtuvo beca de la Diputación junto con sus compañeros Vicente Bañuls, José López, Rafael Hernández para continuar estudiando en la Academia de Casanova, donde se convertiría en el alumno más aventajado del grupo.

Persona de salud precaria, sin duda debido a las estrecheces pasadas durante su niñez, sufrió una virulenta enfermedad progresiva que le impedía la movilidad, especialmente terrible para un pintor cuando afectaba a sus manos como era su caso.

Gracias al escritor Gabriel Miró, antiguo alumno de la Academia, pudo subsistir sus últimos años llegando incluso a hacer un llamamiento público para que se organizase una campaña de recogida de fondos para ayudarle a Pericás a sobrevivir pues la enfermedad ya no le permitía trabajar.

Ensayando una Misa