Looking down the Yosemite Valley, California, en su título original en inglés, es un lienzo de Albert Bierstadt, fechado en 1865.
[1] En 1859, Albert Bierstadt había hecho una primera expedición, acompañando a Frederick W. Lander (1821–1862 al Oeste de Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de contemplar las Montañas Rocosas.
Este lienzo posee una extraña claridad: desde la distancia, la pintura podría confundirse con una fotografía y, vista de cerca, apenas se puede detectar una sola pincelada.
No hay ningún signo de vida animal o humana.
Con el fin de transmitir la majestuosidad del valle, Bierstadt eligió un punto alto cerca del río Merced, lo que le permitió representar un vasto espacio salpicado de árboles, empequeñecidos por los acantilados, logrando así una visión que corresponde a la sensación del observador, pero no a las proporciones reales de este impresionante lugar.