Fue en 1926 cuando se demolió la lonja, dejando un local vacante para la plaza.
[1] El local es mencionado por Benito Pérez Galdos (Fortunata y Jacinta) debido a la cercanía que tenía con la Puerta del Sol,[2] lugar de algunas de sus novelas.
Fue un local de empeños muy popular debido a la localización del mismo.
Es posible que fuera un local dedicado a despachar almidón.
[4] Al comienzo del siglo XX el negocio sigue combinando el cambio de moneda con el comercio de ultramarinos.