Viajó por toda España, así como Francia, Italia y Bélgica.
[2] Montané practicó el retrato, la imaginería religiosa, el desnudo femenino, los temas mitológicos y la escultura animalística, principalmente en mármol, madera y terracota.
[3] Su estilo es mediterraneísta, oscilando entre la tradición modernista y novecentista, aunque en retrato es más bien realista.
[5] También tiene obras en Villanueva y Geltrú (Monumento a Eduard Toldrà); Manresa (Lectura, Cristo Rey); Centellas (Sagrado Corazón); San Celoni (San Martín, San Ramón Nonato, Salomé y Reposo); Puigcerdá (Sagrada Familia); Maspujols (Asunción); y Vich (Monumento a Andreu Colomer Munmany).
También hay obras suyas en diversos museos, como el Museo del Teatro de Barcelona (Parsifal) y el Museo del Deporte de Barcelona (Atleta, Luchador y la pintura Marina deportiva); en el Real Círculo Artístico (Eva, Invierno y el dibujo Ramblas); en el Ateneo Barcelonés (Atenea); en la Casa de la Caridad (Juguetona); en el Ayuntamiento de San Celoni; y en el Museo Abelló de Mollet del Vallés.