Lisimaquia
La nueva ciudad, situada en el medio del istmo,[1] vigilaba el camino desde Sesto hacia el Norte y Tracia.Después estos dejaron libre la ciudad, o ésta se independizó y entabló una alianza política con la Liga Etolia.En 277 a. C., cerca de Lisimaquia, el rey macedonio Antígono II Gónatas derrotó una invasión celta.Antíoco III Megas reconstruyó la ciudad, con los habitantes dispersos, esclavos y colonos de todas partes con generosas promesas.[6][7] Esta reconstrucción, sin embargo, parece que fue un fracaso, y durante el dominio romano Lisimaquia decayó cada vez más.