Sus raíces se remontan a 1969, cuando la línea de productos Lionel es comprada por el conglomerado cerealero General Mills.
Al día de hoy, Lionel produce trenes American Flyer trocha S en cantidades limitadas para coleccionistas.
Durante ese tiempo, las oficinas corporativas se mantuvieron en Mount Clemens (luego Chesterfield), Míchigan.
Además, Young, que en ese momento tenía el 20% de la empresa,[1] ayudó a financiar el desarrollo del Trainmaster Command Control, una tecnología similar a Digital Command Control que permite, además de otras cosas, la operación de trenes Lionel por control remoto.
Para popularizar este estándar, Lionel lo licenció a varios de sus competidores, incluyendo K-Line.
Lionel también incursionó en la escala HO al momento de escribir este artículo, con éxito limitado.
En 2001, Lionel cerró su última planta de fabricación en Estados Unidos, subcontratando la producción en Corea y China.
Lionel produjo un tren basado en la película, y la escasez debido a una demanda no prevista causó mucha publicidad.
Los trenes se vendían en eBay con precios de compra inmediata de $449 cuando Lionel ordenó una producción adicional, pero dijo que no podría satisfacer la demanda hasta marzo del año siguiente.
Aunque muchos criticaron a la empresa por no producir más trenes, la gestión de Lionel definió el modelo como un gran éxito.
En 2006, el tren eléctrico Lionel ingresó en el National Toy Hall of Fame, junto al Easy Bake Oven.
Lionel anunció que apelaría, y dos semanas más tarde se declaró en quiebra, citando la sentencia como la razón principal.
En septiembre de 2004, la empresa, ya con problemas, despidió a su director ejecutivo, Bill Bracy, y lo reemplazó por Jerry Calabrese, antiguo director de Marvel Comics y NASCAR.
Junto a Bracy, otros 17 empleados de alto nivel fueron despedidos.
En enero de 2006, Sanda Kan licenció la marca K-Line y la propiedad intelectual a Lionel.
El mayor acreedor garantizado era PNC Financial Services Corp., a quien se le debían $31 millones.
De acuerdo al Director Ejecutivo de Lionel Gerald Calabrese, el plan era pagar a todos sus acreedores en su totalidad con intereses, mientras que la propia empresa también obtendría hasta $40 millones en préstamos para financiar su salida del Capítulo 11, pagar a sus acreedores y financiar su capital de trabajo necesario en el futuro.
Calabrese y el abogado de MTH, Alec Ostrow, se negó a comentar sobre el acuerdo.