Linzoáin

Desciende por unos pastizales hasta llegar a un pequeño hayedo, donde se junta con el arroyo Ipetelar, proveniente de entre los montes Bagoandieta, Mearondo y Zangurrieta, para fusionarse con éste, atravesar la localidad y llegar hasta el río Erro, al sur del Zangurrieta.

El haya, el pino silvestre y el roble son las especies predominantes en toda la flora de Linzoáin.

Excepcionales muestras de estos frondosos bosques se pueden encontrar en el Quinto Real o en Sorogain.

En estos bosques podemos encontrar amplias zonas de tejo, serbal, arce, roble, boj, acebo, castaño, fresno, chopo y frutales.

En cuanto a la fauna cabe destacar las siguientes especies mamíferas: ciervo, corzo, jabalí y zorro.

La celebración del domingo de carnaval no principiaba hasta la tarde, que era cuando los jóvenes acudían a la taberna, entre los cuales figuraban unos pocos disfrazados o «moxorrotuek», y se aprestaban para pedir de casa en casa.

El acordeonista alegraba la sobremesa de los jóvenes, que derivaba en baile o dantza.

La ronda por las calles que seguía a la velada en la taberna cerraba por lo general el Iautre Igandea.

Actualmente, se siguen celebrando, pero empiezan a la mañana, y los niños, disfrazados, acompañados de un acordeonista, van cantando la canción Iautre koxkote y, los dueños de las casas les dan, o dinero, o huevos.

Los huevos se utilizan para venderlos, y ganar un poco de dinero para el pueblo.

La persona se llamaría Li(n)zo, o algo parecido, y la terminación -ain (sufijo que indica propiedad).

Según Julio Caro Baroja, aunque con muchas dudas, Li(n)zo, hace referencia al nombre de persona Linteus.

[1]​ Según Benito Urtasun, los peregrinos extranjeros, en el siglo XIII, llamaron a Linzoáin Mauburguet, que significa ‘villa mala’, en contraposición al Burgo de Roncesvalles.