De largo cabello rojo, cara redondeada y grandes ojos cálidos.
Su mentalidad era bastante inquieta y poco responsable, todo lo contrario a su hermana mayor.
Una vez conseguida, Lina volvió a la casa familiar y les mostró orgullosa la túnica a sus padres y hermana; su padre se sintió muy orgulloso del logro de su hija, pero su hermana se rio de ella a causa del color que le habían dado.
Lina se avergonzó mucho de tener que ser "Lina, la Rosa", y desde entonces, aunque ese sea su color oficial, solo vistió ropas de ese color para ocasiones, pero no para viajar (esto es solo así en las novelas).
Poco después Lina y su autoproclamada "rival", Naga, comenzaron a viajar juntas ejerciendo de hechiceras mercenarias, trabajando juntas en algunas ocasiones o bien enfrentándose como rivales.
Lina realmente no tenía intención de entrar en ese juego, pero Naga siempre lo conseguía, a veces hasta extremos insospechados.
Lina nunca vio a Naga más que como una molestia, pero eventualmente acabó por desarrollar cierta afinidad y complicidad con ella, formando equipo muchas veces.
Sin embargo Lina nunca supo la verdadera identidad de la hechicera que pretendía rivalizar con ella.
Su arma siempre fue una espada y aún no tenía sus amuletos más importantes.
Tras un tiempo, Naga se separó de Lina y ambas no se volvieron a ver, aunque cómo y porqué pasó eso es algo que todavía no ha sido descrito.
De esa forma Lina vagabundeó sola por un tiempo, robando a bandidos los tesoros que estos tenían.
Por ello el trato no funciona y Zelgadiss se propone conseguir la Piedra por la fuerza.
Por ello Lina, ya con la ayuda de Zelgadiss y Gourry se enfrentan a Rezo -ya convertido en Ojo de Rubí- hasta derrotarle usando la Gor Nova y el conjuro del "Giga Slave".
Como protagonista más importante, está presente en todas las encarnaciones de Slayers.
Físicamente es una joven adolescente de poca altura 1,47 m (4′ 10″) y largo cabello rojo.
Además de esos cambios, Lina es también más madura y responsable con sus actos.