Limpiaparabrisas

Mary Anderson, nacida en 1866,[2]​ quien vivía en Alabama, Estados Unidos, decidió tomarse un tiempo para recorrer Nueva York en el invierno de 1903.

Cuando ésta fuera tirada, las láminas se desplazarían a través del vidrio una y otra vez hasta la posición original, como sucede con los actuales más convencionales, aunque la diferencia se basa en la ubicación y el número de brazos.

Después de hacer varios diseños preliminares, ella misma lo probó, pero no en un automóvil, sino en un tranvía.

Le llevó casi dos años convencerse de registrar esta idea mientras seguía con sus pruebas en los vehículos.

En medio de su lucha para obtener la patente, apareció en escena Henry Ford, quien tomó contacto con este invento, al parecer, sin tener relación con Anderson.

Fiel a su destino innovador, interpretó su utilidad, que en un principio probó en los Ford T con parabrisas.

Los investigadores confirman que esta mujer tenía 39 años cuando lo inventó y no utilizó su creación para obtener beneficios.

El documento más antiguo que se conoce sobre el lavaparabrisas, apareció en la revista estadounidense Popular Mechanics en febrero de 1931, desarrollado por Richland Auto Parts Co.

[5]​ En 1964 el doctor en ingeniería eléctrica Robert Kearns, inventó y patentó una decisiva mejora, el limpiaparabrisas intermitente.

Cuchilla y brazo de un limpiaparabrisas común
Limpiaparabrisas en un automóvil estacionado