Es frecuente encontrar este tipo de preparación en los mercados del Magreb.
Se dejan en conserva de tres a seis meses para que estén adecuadamente preparados.
Algunas recetas alternativas dejan los limones en salazón durante un día y luego se conservan en una mezcla de vinagre, para que no se pongan negros debido a la oxidación, y abundante aceite de oliva.
Se usa mucho como condimento de ensaladas, pero su uso principal es añadirlo a platos preparados con carne para que pueda dar un aroma y sabor característicos.
Se suele incluir en los tajínes vegetales y los platos en los que desean aromatizar el cordero y también en los platos de pollo.