Life on Mars (serie de televisión)

Al despertar, misteriosamente, se encuentra en el mismo lugar treinta y tres años antes, es decir, en 1973.

La letra de esta canción, según John Yorke (BBC), es muy significativa, ya que trata de cómo el protagonista debe acomodarse a esta época, que es casi como otro planeta para él.

En un principio la compañía discográfica le negó a la productora Kudos Film & Television el permiso para utilizar la canción, pero, según dijo Graham para Radio Times: "enviamos el episodio directamente a Paul McCartney.

Él escucha regularmente en radios, televisiones y teléfonos, "voces del futuro"; discutiendo su condición médica, aparentemente de la gente y máquinas alrededor de su cama en el hospital, llevándolo a creer que está en coma.

Pero hay otros elementos que sugieren que está loco, como sus frecuentes - e inesperados - encuentros con Test Card Girl (una manifestación de una niña pequeña — Carole Hersee — Test Card F), quien le pregunta directamente: "¿Te gusta mi payaso?

Annie Cartwright, por otra parte, se esfuerza en convencer a Sam que el extraordinario nivel de detalle y tangibilidad del mundo en el cual se encuentra es evidencia de que está en 1973.

Un tema recurrente a través de la serie es la superposición del pasado y presente.

Ocasionalmente Sam se encuentra con gente en 1973 a quienes también conoce en el "mundo real" del 2006 incluyendo sospechosos, amigos y sus propios padres.

Esto deriva frecuentemente en encuentros con su contraparte en 1973, donde el sexismo, racismo, brutalidad policial y corrupción institucionalizada son tratadas con indiferencia durante la rutina laboral.

La serie usa la ironía dramática con frecuencia, en forma de bromas sobre un futuro que la audiencia ya conoce, pero los personajes no.

Por ejemplo, Gene Hunt dice: "Nunca habrá una mujer de primer ministro mientras tenga un agujero en mi trasero".

En la toma final, el equipo se aleja, con Sam y Gene discutiendo como siempre.

Los niños corren por ahí, incluyendo la niña Test Card F. Ella mira directamente a la cámara antes de estirar la mano y "apagar" la televisión que el telespectador está observando, lo cual significa que la historia ha llegado a su fin.