Licor adulterado

Una práctica frecuente, no perjudicial para la salud pero sí fraudulenta, es añadir agua a la botella de la bebida.

Con ello se difumina y aclara el color de la bebida.

Un ron oscuro (de color natural marrón) podrá tornarse amarillo, disminuyendo también su graduación alcohólica.

Un famoso caso de adulteración (intencional y dolosa) con metanol de alcoholes destinados al consumo humano es el acaecido en España en 1963 y conocido popularmente como «caso metílico».

Se puede percibir si una bebida alcohólica está adulterada cuando produce una sensación anormal de quemadura en la garganta, dolor de cabeza, o conduce demasiado rápido al estado de embriaguez, además puede producir náuseas, vómito, irritación gástrica y malestar general en los días posteriores a la ingesta.