[1][2][3][4] Durante la Primera Guerra Mundial, Jung comenzó una larga autoexploración que denominó su confrontación con lo inconsciente.
[6] Aunque Jung consideró el Libro rojo o Liber Novus (Libro nuevo) el trabajo central en su obra, había permanecido inédito hasta la actualidad, y no estuvo disponible para su estudio y pasó inadvertido para el público en general.
[8] Jung estuvo ligado con Sigmund Freud durante un período de aproximadamente cinco años, comenzando en 1907.
Los biógrafos[9] no están de acuerdo en cuanto a si este período representó una crisis psicológica.
[10] Jung se refería al episodio como una especie de experimento, una confrontación voluntaria con lo inconsciente.
Con el tiempo, la figura de Elías se convertiría en un guía espiritual que Jung llamó Filemon (ΦΙΛΗΜΩΝ, originalmente escrito en griego).
[13] La figura Filemón representaba un conocimiento superior, y se comunicaba a través de imágenes míticas.
[15] Aniela Jaffé aclara que "Los Schwarzen Büchern comprenden seis volúmenes encuadernados en piel negra; el Rote Buch, un infolio encuadernado en piel roja, contiene las mismas fantasías, pero en una forma y lenguaje retocados y en escritura gótica caligráfica, a la manera de los manuscritos medievales".
[16] Jung incluirá en sus memorias (Recuerdos, sueños, pensamientos) dos escritos independientes de los Schwarzen Büchern y el Rote Buch: Hasta el año 2000, los herederos de Jung se negaron a autorizar la publicación del libro y permitir a los estudiosos el acceso al mismo, y buena parte del tiempo permaneció encerrado en la caja fuerte de un banco suizo.
[20] W. W. Norton & Company preparó una edición facsímil del Libro rojo, en su versión original en alemán, con traducción al inglés y extensa anotación.
[32] Desde su publicación, se llevaron a cabo diversas conferencias y presentaciones, sobre todo en el ámbito anglosajón.
La publicación tiene la misma calidad que la original; incluye el facsímil del bello manuscrito alemán con todas sus ilustraciones, el estudio y las notas de su editor, Sonu Shamdasani, a los cuales se suman los comentarios de Bernardo Nante.