Fundada en 1910 por el bibliógrafo Gabriel Molina Navarro,[1][2] muestra en su antigua fachada azulejería obra del ceramista Enrique Guijo.[3] Funcionando desde mediado el siglo xix como puesto de libros de Roque Hernando, hacia 1875 compró el negocio el librero Bernardo Rico (sargento en la última guerra carlista y emigrante gallego).[a] Cinco años después, Rico se hizo con un pequeño local anexo y montó allí la librería.Muerto en 1895, el negocio librero pasó a su dependiente y yerno, Gabriel Molina Navarro, cabeza de la saga de libreros que ha conservado la librería.[5] Su colección cervantina fue adquirida en 1919 por la Biblioteca Histórica de Madrid, ahora en el Centro Cultural Conde-Duque.