Liber historiae Francorum

Con una cuidada y extensa narrativa, la obra ayudó a inculcar el sentido de solidaridad cultural entre los lectores a quienes se dirigía, y que satisfacía la tendencia de una agenda política que promueve.A cambio, los mismos nobles apoyan la corona mientras sus aspiraciones no fuesen más allá de su posición.Menciona que los francos tuvieron su origen en un grupo de refugiados troyanos que se encontraron en la costa norte del Mar Negro y desde allí iniciaron su camino a lo largo de las llanuras del Danubio hasta Renania; sobre esta afirmación, el autor se sustenta ampliamente en el historiador y obispo galo-romano Gregorio de Tours (m. 594), cuya historia personaliza y en ocasiones corrige paralelismos.43-53,[5]​ citas presentes e independentes de hechos acontecidos en territorios francos durante el siglo VII y VIII atraen el interés de los historiadores, ya que cubren vacíos sin aclarar que no se encuentran en ninguna otra fuente.Liber historiae Francorum fue una fuente primaria para la Crónica de Fredegario, como redactó el duque Childebrando I en 751 para su hermanastro, Carlos Martel.