Aunque a menudo se le incluye en el movimiento conocido como la Sexta Generación de cineastas chinos, por su edad se encuentra más cerca de la Última Generación.
[1] Tras su regreso a China, Li hizo su primera película no documental, la elogiada Blind Shaft (2003).
[4] Después de la prohibición del filme, Li Yang dividió su tiempo entre Hong Kong y Alemania, afirmando que no creía tener futuro alguno en China, pues sentía que en su país su arte no era valorado.
[5] Sin embargo, más adelante se le permitió comenzar a trabajar en una nueva producción fílmica.
Estos grupos ignorados, marginados y desfavorecidos exponen la crisis moral oculta de la China actual".