Estas narraciones tienen un carácter íntimo que evoca el pasado histórico y se caracterizan por una acción verosímil con una introducción de elementos fantásticos o insólitos.
Fueron publicadas en periódicos madrileños de la época como El Contemporáneo o La América.
Como muchos otros artistas, Bécquer fue conocido en vida, pero hasta después de muerto no alcanzó la fama.
En esta obra se recogen todas sus rimas, donde relata su vida, y algunas de las leyendas más conocidas.
A raíz de este movimiento surgen un primer y un segundo Romanticismo.
Este estilo se caracteriza por la belleza de la naturaleza como elemento mediante el que el autor se evade del mundo, las novelas históricas y la novela gótica o de terror.
Sus mayores exponentes son Lord Byron, con su inacabado ‘’Don Juan’’, Shelley y John Keats.
Este pensamiento comienza en 1750 y fragua en el siglo XVIII, donde se producen numerosas reacciones de los sentimientos contra la razón y contra la literatura nacional, que estaba dominada por el Clasicismo.
Los románticos franceses son herederos del sensualismo, monárquicos y católicos.
En España, aunque tardío y breve, el Romanticismo dejó un gran legado.
Se estableció en la segunda mitad del siglo XIX, junto con el Realismo.
Del Romanticismo tradicional deriva el Costumbrismo, que solo aparece en España y se basa en el seguimiento de los hábitos contemporáneos, pero desde la perspectiva de las clases populares, es decir, mediante un lenguaje purista y castizo.
Este movimiento se caracteriza en lo artístico por un gran rechazo al neoclasicismo, con lo que se produce una ruptura de la regla aristotélica de las tres unidades y una mezcla entre prosa y verso.
Se sitúa en la segunda mitad del siglo XIX, en la transición entre Romanticismo y Realismo.
Se caracteriza por ser más sentimental e intimista que el Romanticismo, dejando así, en segundo plano a lo histórico y legendario.
El lugar y el tiempo es creado mediante la descripción detallada de lugares, el uso de adjetivos, recursos literarios e introduciendo influencias del folclore europeo como estatuas que cobran vida, espíritus que regresan del más allá y seres fantásticos con apariencias de mujeres bellas, con lo que la influencia del sentimiento nacionalista está muy presente en las obras románticas.
La obra se editó en dos volúmenes con el título de Obras, en 1871, para ayudar a la viuda y sus hijos económicamente.
El poeta Gustavo Adolfo Bécquer perteneció a la corriente literaria del Romanticismo, una corriente cultural y artística originada en Francia y Reino Unido a principios del siglo XIX.
Al no convencerle las explicaciones policiales, decide investigar por su cuenta, lo que le lleva a un misterioso lugar del que se cuentan muchas leyendas: La Cruz del Diablo.
Las leyendas de Bécquer también han sido llevadas al teatro por la Compañía Lírica Dolores Marco.