Así pues se organizaron dos partidos con intereses económicos y políticos distintos.
Cabe decir que no eran partidos políticos en el sentido moderno de la palabra, ya que sus integrantes no tenían filiación unos con otros y los miembros tenían perfiles muy distintos.
[1] La Italia rústica de los agricultores directos (aquellos medianos y pequeños propietarios que en su día proporcionaron los mejores soldados para derrotar a Aníbal Barca) estaba llegando a la ruina porque venía al mercado trigo de las posesiones en el extranjero: Sicilia, Cerdeña, Hispania y África.
En el año 123 a. C. fue elegido, al igual que su hermano, tribuno de la plebe.
Gayo llevó adelante y con buena mano la aplicación de las leyes que su hermano había propuesto.
Estas son las reformas que llegó a hacer y que fueron aprobadas: Cayo Sempronio Graco cometió el gran error de pretender el tercer mandato consecutivo como tribuno de la plebe.
Fracasó a causa de la reacción aristocrática que actuó con brutalidad al ver sus privilegios amenazados.