[1] Durante casi toda su existencia como nación independiente, Checoslovaquia había sido un estado unitario; la única excepción es la "era Checo-Eslovaquia" inmediatamente antes de la Segunda Guerra Mundial.
Se declaró que el estado checoslovaco era una federación de "dos naciones fraternales iguales", la República Socialista Checa y la República Socialista Eslovaca, cada una con su propia administración nacional paralela y, al menos en teoría, igual en estatus al gobierno federal.
[1] El gobierno federal retuvo la jurisdicción exclusiva sobre los asuntos exteriores, la defensa nacional, las reservas federales y los recursos nacionales y mantuvo jurisdicción conjunta en una serie de otros asuntos, pero el alcance de la reforma de federalización fue enorme.
[2][1] Los dos órganos, con igual autoridad, eran la Cámara del Pueblo que era idéntica a la antigua Asamblea Nacional, y la Cámara de las Naciones, que contenía un número igual de checos y eslovacos.
La Ley Constitucional de la Federación Checoslovaca no había previsto ninguna disolución y no discutía ningún derecho de las naciones a la autodeterminación.