Esta ciudad se convertiría más tarde en uno de los centros neurálgicos del nacionalismo eslovaco.
Los católicos se involucraron más en 1847 con la aceptación de la estandarización del idioma eslovaco.
En 1845, las autoridades gubernamentales permitieron la impresión de periódicos en idioma eslovaco por primera vez en la historia.
Tras ese periódico Jozef Miloslav Hurban dedicó otro a figuras eslovacas notables en el campo de las ciencias, artes y literatura.
Además los representantes del Movimiento Nacional Eslovaco trabajaron para promover la educación, las bibliotecas, el teatro de aficionados y otras funciones sociales.
A la vuelta de dicha reunión, Hodža junto a otros veinte delegados crearon un manifiesto titulado Demandas de la nación eslovaca en el que se establecían catorce objetivos nacionales y sociales para la nación eslovaca.
Este congreso se celebró con el objetivo de desarrollar una estrategia coherente para todos los pueblos eslavos que vivían en territorios austrohúngaros.
En caso de que los eslovacos se levantaran en armas dos oficiales militares checos: Bedřich Bloudek y František Zach.
Ordenaron nuevamente a ambas partes detener la lucha tras varios días de conflictos con un resultado indeciso.
El resto estaba armado con guadañas, mayales, hachas y otras armas parecidas.
Durante diciembre y enero, los voluntarios eslovacos bajo las órdenes de Bedřich Bloudek trabajaron con las tropas imperiales para volver a ocupar Túrócszentmárton.
Casi al mismo tiempo, el cuerpo voluntario eslovaco, en gran parte estacionado en el condado de Árva, estaba lidiando con sus propias luchas internas.