Los poderes y prerrogativas de los príncipes regionales se habían acrecentado en el curso de los años en desmedro del emperador, quien a su vez estaba ocupado en la defensa externa del imperio en sus luchas contra Francia y el Imperio otomano.La parte sur del imperio, Suabia en especial, estaba dividida en una multiplicidad de pequeños feudos relativamente autónomos.Las razones que condujeron al levantamiento del año 1525 eran múltiples, pero radicaban principalmente en la desfavorable evolución de la situación económica y legal de los campesinos, evolución esta que no difería mayormente entre una y otra región.Los campesinos no tenían, a diferencia de los otros estamentos sociales, ninguna participación ni derecho político en la vida del imperio.Por otra parte, en la Alta Suabia, Wurtemberg, Franconia, Alta Sajonia y Turingia era habitual la partición de las herencias sobre una base real, es decir, dividiendo efectivamente el territorio cultivable entre los herederos, razón por la cual, la misma superficie global de producción se fraccionaba cada vez más.Muchas de estas pequeñas explotaciones no eran económicamente viables, en parte por las cargas que pesaban sobre las mismas.Por una parte, algunos jerarcas eclesiásticos como arzobispos, obispos, abades y otros prelados se oponían a cualquier cambio de la situación existente.Más aún, las limitaciones efectuadas por los señores al derecho antiguo contradecían el derecho divino: si Dios había creado animales y plantas sin la intervención del hombre y para el provecho de todos los hombres por igual, ¿por qué no habrían de aspirar a los mismos derechos que los nobles y que el clero?Entre estos pueden citarse: Descontento y protestas no eran ajenos a los habitantes de las ciudades.En los años inmediatamente precedentes a las guerras campesinas, tuvieron lugar acontecimientos y manifestaciones en el curso de las cuales los habitantes de las ciudades se solidarizaron con los campesinos, entre otras en 1509 en Erfurt, en 1511 en Ratisbona, Brunswick, Espira, Colonia, Schweinfurt, Worms, Aquisgrán, Osnabrück y en otras.Sus anhelos se reducían a limitar las cargas y moderar las servidumbres que pesaban sobre ellos.Pero aun esto chocaba contra las piedras angulares del orden existente, lo que acrecentaba su sentimiento de inmerecida injusticia.No solo hubo campesinos, sino artesanos, mineros e intelectuales que apoyaron el levantamiento.Eran sobre todo las clases superiores de las poblaciones rurales las que anhelaban cambios más profundos.7] Finalmente, un cierto número de nobles, algunos tránsfugas, otros mercenarios, otros movidos por diversas razones y expectativas, se enrolaron del lado de los campesinos y les brindaron apoyo, no necesariamente desinteresado, para las acciones militares (o saqueos).En octubre de 1524 se levantaron los campesinos en Stühlingen, en el valle del río Wutach.Los líderes de los campesinos, utilizando argumentos bíblicos, procuraban estructurar sus reclamaciones y hacer avanzar sus pretensiones.Con los «doce artículos», cuyo texto se transcribe a continuación, la situación podía ser diferente.A todos esos acusadores sin Dios responden los artículos más abajo expuestos, primero para refutar esos reproches a la palabra de Dios, luego para disculpar cristianamente la desobediencia e incluso la revuelta de todo el campesinado.El que esos anticristianos y enemigos del Evangelio se opongan ellos mismos a estos requerimientos, se debe, no al Evangelio, sino al Diablo, el peor enemigo del Evangelio, que provoca tal oposición sembrando la duda en la mente de sus seguidores, y de esa manera, la palabra de Dios, que enseña amor, paz y concordia, es apartada.En consecuencia, oh lector cristiano, lee con celo los siguientes artículos y juzga luego.Una vigorosa tropa de 8 000 hombres ocupó Stuttgart y luego se dirigió en mayo hacia Böblingen.Dada su notable inferioridad numérica, los campesinos fueron derrotados en Baligen, Rottenburg, Herrenberg y en la batalla de Böblingen.Según estimaciones, ya solamente durante la fase bélica habrían perdido la vida unos 100 000 campesinos.Los sobrevivientes fueron automáticamente afectados por la proscripción imperial (Reichsacht), que comportaba una situación parecida a la muerte civil.Los otros amotinados fueron sometidos a los tribunales penales de los señores territoriales, que podían ser muy crueles.Las armas debieron ser entregadas y hasta se prohibió la frecuentación de tabernas por la noche.El comandante Sebastian Schertlin von Bürtenbach se sirvió de los vencidos para pagar a los mercenarios empleados.Otros campesinos proscriptos se integraron en bandas de ladrones que operaban en los bosques.Thomas Müntzer fue inicialmente un seguidor de Lutero, pero contrariamente a éste adoptó una postura totalmente radical y revolucionaria, abogando por la liberación por las armas.
Tapa del panfleto "Los 12 artículos y reglamentos de la liga de campesinos" dirigidos a la "Asamblea de todos los campesinos" (Archivo Municipal de Memmingen).
Jorge III, Senescal de Waldburg. Grabado de Christoph Amberger.
Marcha de campesinos durante la guerra.
Imagen del castillo de
Hohenstaufen
hacia 1470 (Oberhofenkirche Göppingen).
Batalla contra los campesinos (grabado de Gabriel Salmon ilustrando un libro de Nicolas Volcyre de Sérouville, 1526).