Leopoldo Buteler

Pronto otros dos hermanos, José Felipe y Alfonso María Buteler se ordenarían también sacerdotes; el primero fue cura párroco de Alta Gracia y el segundo llegaría a ser arzobispo de Mendoza.

[2]​ A su llegada observó preocupado la gran influencia que tenía la masonería en esa ciudad, y se dedicó a la fundación de dos escuelas católicas, una para varones y otra para niñas.

[2]​ En consonancia con la realización del Congreso Eucarístico Internacional de 1934 en la Argentina, el papa Pío XI creó varias diócesis y arquidiócesis en la Argentina.

La situación no era demasiado halagüeña, ya que solamente existían en la misma quince parroquias para 260.000 habitantes, y no todas tenían un cura párroco.

Durante su gestión, Buteler duplicó la cantidad de parroquias y levantó varios templos.