El objetivo del proyecto es ayudar a las personas con diabetes, midiendo constantemente el nivel de glucosa en sus lágrimas.
[2] Las lentes consisten en un chip inalámbrico y un sensor de glucosa a miniatura.
Un diminuto agujero en la lente permite que el líquido lagrimal se filtre en el sensor para medir los niveles de azúcar en la sangre.
Los componentes electrónicos se encuentran fuera de la pupila y el iris para evitar un daño a los ojos.
[2] Los desafíos presentados por dicha tecnología son que las luces led contienen arsénico, el cual es un metal tóxico.