Los lenguajes gráficos del diseño se definen como conjuntos de signos visuales organizados sistemáticamente, a los efectos de la prefiguración proyectual, que permiten representar gráficamente –o transcribir– las distintas relaciones formales diferenciales existentes de algún aspecto de una realidad dada.
Cada uno de estos lenguajes gráficos se estructura a partir de una ‘gramática’ determinada, aunque ésta, como en el caso de los sistemas gráficos tradicionales –Perspectiva y Sistema Monge–, no aparezca descripta explícitamente como tal, sino como meras reglas y métodos de ejecución gráfica para la representación espacial: reglas para el dibujar proyectual.
Cada lenguaje gráfico, y no sólo el lenguaje verbal, por su propia naturaleza y capacidad agentiva, realiza un arbitrario y excluyente recorte de la realidad del diseño arquitectónico, gráfico, industrial, etcétera.
Existen tres grupos de lenguajes gráficos: 1. las Proyecciones Geométricas Cónicas o Perspectiva –siglo XV, Filippo Brunellechi, Piero della Francesca y Alberto Durero– que sirven para representar la cualidad y suscitar una sensación de espacio-habitable.
2. a) las Proyecciones Geométricas Ortogonales Concertadas –o Sistema Monge, siglo XVIII– que sirven principalmente para controlar y resolver las cuestiones relativas a la cuantificación del espacio materializable, tal como inmediatamente lo aplicó Jean Nicolas Louis Durand y 2. b) aunque menos utilizadas en el proyecto arquitectónico –excepto por Le Corbusier– están, en un lugar intermedio, la Perspectiva Axonométrica o Proyecciones Geométricas Oblicuas que permiten simultáneamente una lectura cuali-cuantitativa del espacio proyectual, y finalmente, 3. las Proyecciones Geométricas Relacionales o Lenguaje Gráfico TDE –finales del siglo XX–, que dan cuenta de la organización –selección y combinación– de las operaciones formales: lo que César Jannello (1980) denominó diseño puro.