[3] Existe legislación y regulaciones que realizan de forma directa o indirecta mención a la lectura fácil.[6] Las pautas de lectura fácil pueden relacionarse con la ortografía, gramática, léxico, estilo, diseño y maquetación, imágenes, impresión, etc.La primera sentencia judicial en lectura fácil del mundo se produjo en México en el año 2013.[9] En España, existen multitud de organizaciones dedicadas a promover la lectura fácil y recursos.[11]En 2015, Dilofácil, la Cooperativa Altavoz y Plena Inclusión presentaron una versión de la Constitución Española en lectura fácil.