León de Nápoles
Su figura de hombre de letras y erudito literario está ligada a la tradición y recepción medieval de este romance del siglo III, cuya difusión, debida a León como primer y mejor traductor,[1] habrían determinado la amplia fortuna de este texto griego, destinado a convertirse en patrimonio de la épica heroico-caballeresca medieval, sobre todo a partir del siglo XIII.[1] Además, su actividad como investigador, recopilador y traductor de textos antiguos atestigua el progreso cultural que se estaba realizando en la Italia medieval entre los siglos X y XI.En 942, participó en una misión diplomática en Constantinopla,[1] en la corte de Constantino VII Porfirogéneta y Romano II.Fue con motivo de esta misión, de la que se desconocen los detalles, cuando León se dedicó a investigar textos antiguos, trayendo a Nápoles algunas obras, incluida la recopilación griega de Pseudo-Calístenes, donde se recopilaban, en una sola colección, historias fantásticas y legendarias que florecieron en la zona greco-bizantina, en torno a la heroica figura de Alejandro Magno.[2] Al regresar a su tierra natal desde la embajada, León extrajo una traducción latina del texto griego titulada Vita Alexandri Magni (conocido sobre todo como Historia de proeliis).