Latino sine flexione, literalmente «latín sin flexión», abreviado LSF, también llamado Interlingua de Peano (abreviado IL), es una lengua auxiliar presentada por el matemático italiano Giuseppe Peano en el año 1903.
El esbozo inicial fue publicado en la Rivista di Matematica / Revue de Mathématiques, bajo el título Latino sine Flexione, Lingua Auxiliare Internationale.
El artículo empieza en latín clásico, y gradualmente suprime las diversas flexiones gramaticales, mostrando así la aplicación práctica de la idea.
[4] Durante años, Peano y algunos colegas publicaron artículos en Latino sine flexione en la Rivista di Matematica / Revue de Mathématiques.
Irónicamente como indica Hubert Kennedy, muchos matemáticos ignoraron esta edición final, ya que no les atraía el aspecto artificial del lenguaje utilizado.
En este sentido coexistían con el LSF las dos lenguas anteriores de la Academia, el Volapük y el Idiom Neutral.
Finalmente el término Interlingua pasó a denotar una versión reformada del Latino sine flexione, modelada según las reglas comunes que la Academia Pro Interlingua iba adoptando por votaciones frecuentes de sus miembros[5] (Kennedy, p. 185), con la correspondiente forma abreviada IL (acrónimo de Inter-Lingua).
Como ya sucede en latín vulgar[10] (Grandgent, §114), los verbos deponentes adoptan la forma activa (imita, nasce, etc.).
El tiempo pretérito puede ser indicado per diversas partículas delante del verbo, principalmente: e (partícula indoeuropea, utilizada especialmente en griego); o bien jam entendido como indicador de pretérito perfecto simple.
Las partículas que no hacen variación flexional en latín clásico se toman en su forma natural: El siguiente texto es el Padre nuestro.
Patre nostro, qui es in cælo, que tuo nomine fi sanctificato.
En particular, Hogben argumenta que como mínimo los nombres y los verbos habrían de ser fácilmente distinguibles por unas terminaciones características, para poder captar inmediatamente la estructura de cada frase (ya sea la típica: Sujeto-Verbo-Objeto, o cualquier otra).
Así, en la Interlingua de Peano los verbos podrían adoptar alguna forma específica, como el infinitivo, que es suficiente en el discurso indirecto latín.
En cambio, Peano propone el imperativo: La falta de un artículo puede generar problemas, ya que en Latino sine flexione los substantivos no tienen una terminación distintiva respecto a los adjetivos y verbos.
Según Hogben, la sintaxis de Peano sería más conservadora: Revisando un listado de los títulos latinos más conocidos, se puede concluir que la secuencia nombre-adjetivo es la norma en latín, aunque la secuencia inversa también es corriente.