El filme fue dirigido por el argentino Marcelo Piñeyro y el guion de Marcelo Figueras y el mismo Piñeyro está basado en la novela homónima de la escritora argentina Claudia Piñeiro.
[3] Para el crítico tanto la puesta en escena como los rubros técnicos son impecables y luego de preguntarse si el relato transmite cierta frialdad y artificialidad plantea que ello sería el resultado de la pintura de un microcosmos que en sí mismo tiene componentes fríos y artificiales.
La trama, centrada en la explosión del sueño neoliberal argentino a comienzos del siglo XXI, pone mayor énfasis en el enigma "policial" y está cruzada por una tensión sexual omnipresente, que no existe en la novela.
[3] Para el crítico Fernando López del diario ’’La Nación’’ la película es una “metáfora sobre el resquebrajamiento económico, social y moral que puso fin a la década de los 90 y estalló en crisis” que aporta una “descripción minuciosa y crítica de un microcosmos (el de los countries) como falso paraíso donde reinan el dinero, la apariencia y la hipocresía” y constituye una “reflexión acerca del vacío interior a que conduce una vida orientada hacia el mero bienestar material en un mundo en que todas las certezas tambalean”.
Una nada tan conseguida en la distancia fílmica que crea, paradójicamente, el desinterés sobre el misterio, sobre la trama y la historia.