[3] El título de la obra se traduce como Vísperas, lo que es, tanto literalmente como conceptualmente, erróneo al aplicarlo a toda la obra, dado que corresponden solo a una parte: de los quince movimientos que fueron escritos, solo los seis primeros movimientos se corresponden con los textos de la hora canónica de las vísperas, correspondiendo los movimientos 7-14 a los maitines y el movimiento final a la hora prima.
(Ahora, Señor, despide en paz a tu siervo).Canto de Kiev.
Nikolai Danilin dirigió el coro masculino sinodal de Moscú en el estreno.
Tuvo una buena acogida por parte del público y los críticos, y tuvo tanto éxito que fue reinterpretada cinco veces más en solo un mes.
[6] Se ha escrito que «ninguna composición representa el final de una era tan claramente como esta obra litúrgica».