Las Indias galantes

La cuarta «entrée», Les Sauvages, fue finalmente añadida el 10 de marzo de 1736 y Rameau reutilizó en ella «La danse des Indiens d'Amérique», una pieza que había compuesto varios años antes y después transcrito para clavecín en su tercer libro.

En Las Indias galantes están presentes las formas musicales que caracterizan a la opera moderna: fragmentos puramente orquestales, ballets, recitativos acompañados por clave, arias, dúos, escenas corales, etc. Contrariamente a lo que era habitual en la ópera barroca, el argumento de esta obra no refiere a seres mitológicos ni héroes del pasado, sino que trata sobre amores mundanos, salvo el prólogo, en el que la confrontación de las figuras antagónicas de Hebe y Bellone (el amor y la guerra) servirá como excusa para el argumento de los cuatro actos siguientes.

Frente al drama de los actos anteriores, el acto tercero ofrece emoción y música serena.

Sigue una escena coral, y finalmente el ballet de las flores que da nombre al acto.

Éstas, desilusionadas del abandono de que son víctimas en Europa, emigran entonces, simbólicamente, a países lejanos.

Don Carlos, un oficial español, ama a Fani, una joven princesa nativa que le corresponde aun cuando ella debe obediencia al celoso inca Huáscar, quien la tiene bajo su dominio.

Dos oficiales, el francés Damón y el español Don Alvar, se disputan la mano de la nativa Zima, que no gusta ni del uno ni del otro, sino que escoge la mano de Adario.

Mujer india, vestido para Las Indias galantes (circa-1735)