Las cruzadas

El líder musulmán Saladino está fascinado con la belleza y valentía de Berengaria pero durante un parlamento deja claro que los cruzados jamás conquistarán Jerusalén.

Berengaria, viendo que su presencia enfrenta a los príncipes cristianos, prefiere sacrificarse y huir del campamento.

El traidor Conrad le cuenta a Saladino la conspiración que hay contra Ricardo, esperando una recompensa.

[7]​ Lorraine K. Stock escribió en su ensayo titulado Hollywood in the Holy Land, que trata las películas sobre cruzados, viendo en ellas una intención política.

La autora destaca que en este film en particular hay un triángulo erótico entre los dos caudillos y Berengaria de Navarra.

En el libro "Islam Muslims and Arabs in the Popular Hollywood Cinema", Anton K. Kozlovic cuenta que "The Crusades no tuvo un recibimiento tan entusiasta como DeMille hubiese deseado (Bichard 2004, 292) probablemente porque el film muestra el lado bueno y noble de los musulmanes en contraste con las rastreras conjuras de la cristiandad".