El nombre originario fue Las Mesas Rubias, debido al color de los cereales que se sembraban por aquel entonces.
Las primeras notas sobre sus orígenes se encuentran hacia el siglo XIII.
Los domingos se acoge un mercadillo que es conocido y visitado por toda la comarca.
Los meseños veneran como patrón al Santo Niño de la Bola.
Celebran las fiestas en su honor el tercer viernes de agosto.