La historia gira en torno a las investigaciones del joven periodista Tintín y su amigo el capitán Haddock, sobre el secuestro de su amigo, el profesor Tornasol y su conexión con una misteriosa enfermedad que ha afectado a los miembros de una expedición arqueológica a Perú.Hergé concluyó el arco comenzado en esta historia con El templo del Sol, mientras que la serie en sí se convirtió en una parte definitoria de la tradición del cómic franco-belga.El profesor Bergamotte es puesto bajo vigilancia policial y muestra a sus visitantes el cuerpo momificado del rey inca Rascar Capac, que la expedición se llevó también de Perú.Haddock está muy afectado por el secuestro de Tornasol, pero al enterarse de que la policía ha descubierto el coche del secuestrador en un puerto, él y Tintín llegan allí, creyendo que los secuestradores buscan embarcar con Tornasol y llevarlo al extranjero.En los muelles, Tintín se encuentra con Alcázar a bordo de un barco a América del Sur y revela que Chiquito ha desaparecido diez días atrás –justamente cuando ocurrieron los incidentes con Bergamotte y Tornsaol–, que su verdadero nombre es Rupac Inca Huaco y que era uno de los últimos descendientes de los incas.Tras haber perdido el rastro de Tornasol, Tintín y Haddock deciden hacer una visita a un viejo amigo del capitán, Chester, que ha atracado en otro puerto cercano.Confiscado a sus propietarios originales, las autoridades alemanas permitieron a Le Soir volver a abrir bajo la dirección del editor belga Raymond de Becker, aunque se mantuvo firmemente bajo el control nazi, apoyando el esfuerzo de guerra alemán y abrazar el antisemitismo.[3] Al unirse a Le Soir el 15 de octubre de 1940, Hergé se vio favorecido por su viejo amigo Paul Jamin y el dibujante Jacques Van Melkebeke.[9] Si bien esto se publicó por entregas, Hergé comenzó a contemplar las ideas para su nueva aventura de Tintín, jugando con la idea de una historia que rodea a una peligrosa invención que Tornasol había desarrollado.La historia probablemente se inspiró en un artículo escrito por el corresponsal científico de Le Soir, Bernard Heuvelmans, y pese a que Hergé no lo utilizó en ese momento, revivió una década más tarde como base para El asunto Tornasol.[11] Hergé había previsto para la primera historia presentar un misterio, mientras que en la segunda parte sus personajes emprenden una expedición para resolverlo.Pese a sus dudas iniciales, Jacobs finalmente aceptó en enero de 1944.Aunque estilísticamente eran diferentes tanto en las formas de ilustración y narrativa, ambos se influyeron en gran medida entre sí.Utilizó también a Jacobs como modelo de quien dibujó varias posturas que adoptan los personajes en la historia.Ambos se situaron afuera de la casa y completaron un boceto del edificio.Inmediatamente después, dos coches de color gris con soldados alemanes se detuvieron; la casa había sido requisada por la Schutzstaffel (SS).[19] Tres días más tarde todo el personal fue despedido y se contrató un nuevo equipo de redacción.[24] Un periódico estrechamente asociado con la resistencia belga, La Patrie, emitió una tira titulada Las aventuras de Tintín en el país de los nazis, en el que Hergé fue satirizado como colaborador.[25] Ese período fue testigo de acusaciones generalizadas contra supuestos colaboradores.Creo que traería el total ridículo al sistema judicial perseguir a un autor e ilustrador de inofensivos libros para niños.[28] Casterman apoyó a Hergé lo largo de su calvario, por lo que se mantuvo siempre agradecido.[32] Hergé aceptó y Leblanc obtuvo los documentos legales que le permitían volver a trabajar.[34] La decisión de si Hergé sería enjuiciado pertenecía al auditor general del Tribunal Militar, Walter Ganshof van der Meersch.[11] El dibujante más tarde describió ese momento como «una experiencia de intolerancia absoluta.[50] La revista fue un éxito instantáneo, ganando pronto una circulación semanal de 100 000 ejemplares en Bélgica y los Países Bajos.Después de que la historia había terminado la serialización, la editorial Casterman lo dividió en dos volúmenes, Les Sept Boules de Cristal y Le Temple du Soleil, los cuales lanzaron en 1948 y 1949, respectivamente.Ya no aparecen más calles dibujadas por unas pocas líneas, pósters monocromáticos o personajes que caminan por el borde del marco».[52] Farr admitió que la historia era «verdaderamente Hitchcockiana en cuanto a suspense y su presentación bastante cinematográfica», comparando el uso del music-hall en la historieta con su uso en la película de Hitchcock, Los 39 escalones (1935).
La plaza de Brouckère en
Bruselas
y el
Hotel Métropole
, que se puede ver cuando Marc Charlet viaja en taxi con Tintín.