El emperador Augusto ordenó que se celebrase dos veces al año.
Eso explica por qué durante la fiesta de la Laurentalia, los sacrificios eran celebrados por el Flaminis Quirinalis, sacerdote de Quirino, y nombre con el que se veneraba a Rómulo.
La identificación de Mater Larum explica por qué durante la Laurentalia, se ofrecían sacrificios a los Lares o espíritus benévolos de los antepasados, también de origen etrusco y cuya misión era proteger y bendecir a las familias y sus hogares frente a las amenazas externas.
Larenta o "Dea Muta" era una divinidad femenina del subsuelo y el inframundo.
Sin embargo, Aca Larentia expresaba ideal y conceptualmente la unidad territorial de Roma, frente a la segmentación y fragmentación que representaban los Lares.