Durante el período de la dinastía Almorávide, marcada por el rigor religioso impuesto por Abdalá Ben Yasin, muchos lamtunas y sanhayas emigraron hacia el norte.
[4] Los lamtunas fueron el primer grupo bereber sahariano del que se tuvo acreditada su conversión al islam.
Por otro lado, al-Zhuri (siglo XII) refiere a la conversión de los lamtunas, massufas y gudalas durante el reinado del califa Omeya Hishám ibn 'Abd al-Malik (724-743).
[6] Dos siglos antes de la islamización, mientras estuvieron recluidos en las estepas que rodean el alto Níger fueron catequizados por misioneros cristianos.
Entre los siglos XI y XII la principal ciudad lamtua era Azukl, correspondiendo al período almorávide.
El sistema de gobierno almorávide tenía de facto un liderazgo dual: Yahya ibn Ibrahim ejercía el poder político y supervisaba las campañas militares, mientras que Ben Yasin tenía autoridad sobre asuntos religiosos y legales.
Como consecuencia, Ben Yasin se retiró a un monasterio musulmán, alrededor de 1052-1053, donde dio forma al movimiento almorávide.
La obtención conjunta de algunos éxitos propiciaron a que ambos clanes formaran una sólida alianza.
En 1147 los almohades tomaron Marrakech, poniendo fin al Imperio almorávide, y en 1172 su poder controlaba también toda la España musulmana.
[21] Durante el siglo XIV varios clanes lamtunas se asentaron en el reino de Malí.
Tras la sedentarización se dedicaron al cultivo de cereales, verduras, dátiles y frutas en los oasis.
Según Ibn AbT Zar', dominó el Sahara y sometió a una veintena de reyes sudaneses, quienes le debían pagar tributos.
[10] Lo sucedió como rey del Estado sanhaya de Anbiya su nieto al Athír ibn Bátin, también lamtuna.
Reinó durante tres años y lo sucedió su cuñado, Yahyá Al-Djuddáll, que se convirtió en el jefe de la federación de los sanhayas y por el que bajo la influencia del misionero 'Abd Alláh ibn Yásíh al-Djazülí, se convirtieron al sunismo.
[10] Según el cronista Ibn Khaldün, la aristocracia lamtuna provenía desde los tiempos del emir omeya 'Abd ar-Rahmán (756-788), cuando ya dominaban un amplio reino.