Ciego de nacimiento, Lamberto ya apuntó desde niño una gran talento musical.
Destacó sobre todo el laúd, pero enseñó a tocar muchos otros en la comarca de Campo Romanos.
Su talento musical nacía inspirado en su contacto con la naturaleza y en el canto de los pájaros.
Con su fino oído localizaba por el piar en las acacias nidos con polluelos de cardelino recién nacidos.
Entonces llamaba a los niños del pueblo para que metieran los polluelos dentro de jaulas abiertas colgadas de los árboles para que su madre los alimentara y cuando los pollitos eran grandes las jaulas se cerraban.