Se encuentra entre los glaciares de Mýrdalsjökull y Vatnajökull, en una zona recorrida por fisuras desde el suroeste al norte.Los monjes cristianos vieron las erupciones del Hekla y Laka e informaron de que era como las puertas del infierno, otro se refirió a ella como la prisión de Judas.Esto, junto los gases tóxicos y cenizas que cayeron sobre los campos durante 8 meses produjo desastres en las cosechas.Se ha descrito como «una de las mayores catástrofes medioambientales en la historia europea».El volcán Grímsvötn, desde el que parte la fisura de Laki, también estaba en erupción entre 1783 hasta 1785.