Las características geológicas de la zona son predominantemente volcánicas, y la brisa producida por el lago puede llegar a ser muy fuerte, ya que el lago se calienta y enfría mucho más lentamente que la tierra.Tres ríos, el Omo, el Turkwel y el Kerio, desembocan en el lago, que solo pierde agua por evaporación.El lago fue bautizado como "Rudolf" en honor al Archiduque Rodolfo de Habsburgo por el conde Sámuel Teleki y por el teniente Ludwig von Höhnel en 1888.La zona se ha mantenido bien conservada gracias a su aislamiento, puesto que el viaje en automóvil desde Nairobi tarda tres días y recibe muy pocos visitantes extranjeros.Los dos últimos basaltos se identifican como los afloramientos que forman las montañas rocosas y las tierras baldías alrededor del lago.Probablemente las formaciones más conocidas son los Koobi Fora en el lado este de Turkana y los Nachukui en el oeste.Estos horizontes se pueden fechar con mayor precisión mediante el análisis químico de la toba.[8] Como se cree que esta región fue un nido evolutivo de hominins, las fechas son importantes para generar una matriz diacrónica de fósiles, tanto hominoide como no hominoide, es decir, tanto "simio (incluye homínidos)" como "no simio".Su situación en una zona extremadamente árida convierte al lago Turkana en punto de paso obligado para numerosas aves migratorias.En el entorno del lago habitan leones, guepardos y jirafas junto a otras especies de mamíferos.La zona del lago Turkana comprende tres áreas designadas como parques nacionales en Kenia.El paleoantropólogo Richard Leakey ha llevado a cabo diversas excavaciones paleontológicas en la zona que han proporcionado importantes restos de homínidos.En un principio se pensó que pertenecía a un Homo habilis, pero posteriormente y tomando como referencia este cráneo se definió una nueva especie, el Homo rudolfensis, que lleva el antiguo nombre del lago.