Ladrones de Tumbas es una película slasher mexicana de 1989, dirigida por Rubén Galindo Jr.
Está protagonizada por Fernando Almada, Ernesto Laguardia y Erika Buenfil.
[2] Una noche, un grupo de profanadores de tumbas emprende un viaje a un cementerio en búsqueda de tesoros.
Por accidente llegan a un túnel secreto en una tumba, donde encuentran joyas y el cadáver de un Inquisidor que años antes trató de engendrar el hijo del diablo.
La pesadilla comienza cuando Manolo quita el hacha que el cadáver tenía incrustada en el pecho y este cobra vida con la intención de encontrar a una mujer virgen para poder engendrar al hijo del diablo.